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Seremos (III) – 29.7.16 – Henry J. White

Seremos (III) – 29.7.16 – Henry J. White

[…]

Pero sigo caminando,
por que algo dentro de ti,
me esta llamando, y soy
Incapaz de reconocerlo.

Tiento a mi propio destino,
Quiero demostrar que me engañó
mi propio instinto;
Que podríamos ser mas
que lo anteriormente predicho.

Siempre fuí curioso,
tu, puro misterio.
Quiero y pretendo colarme
entre cada uno de tus pensamientos.

Dar rienda suelta a mi curiosidad
Convertir en real, el sueño;
sentir el fluir de tu sensualidad
siendo la combustión de tu misterio.

Seducir a tu alma, desde el mismisimo
interior de tu cuerpo;
enamorarte de las palabras,
que salen de este antiguo tintero.

Ser el creador de tus sueños,
el suspiro que recorre tu pelo,
La caricia pincelada en tus besos,
la piel de gallina al susurrar en tu cuello.

El roce sobre tu espalda,
y las mariposas de tu ensueño;
la intensa mirada
en cada uno de tus recuerdos.

Quiero ser, y seré.
Lo primero que veas al despertar,
el efímero susurro
que se esconde entre tus sabanas.

El primer aroma en la mañana,
impregnado sobre tu almohada.
Quiero ser, y seremos, simplemente
‘Amor’ esculpido en cerámica.

Y sí,
entonces seremos,
lo que no pudimos ser.

[…]


Graffiti «Amor en la Ciudad», Nueva York, Autor Kobra. (Basado en la Fotografia de Alfred Eisenstaedt)

Nuestra vigilia – 2.5.2015 – Henry J. White

Nuestra vigilia – 2.5.2015 – Henry J. White

imasges

Besarte como nadie lo ha hecho,
abrazarte como si se fuera la vida con ello.
Cuidarte mas allá de los sueños.
O amarte como nunca de un príncipe soñaste.

Hablar de las noches que se escaparon corriendo,
de los días frugales que se escabulleron en mis dedos.
De los sueños inconclusos que deje en mi tintero.
De tus labios de fuego y tus ojos de misterio.

Reír contigo por Madrid, en cada recoveco.
Llorar recordando los malos momentos.
Tumbarnos sobre el césped recién cortado,
o incluso regañando por ver quien es de la razón dueño.

De Skypes nocturnos hasta el amanecer y Whatsapps interminables.
De retiros primaverales y veranos inolvidables.
De versos escritos y amores inimaginables.
de sueños conjuntos que son conquistables.

De ser quien coloreo mi tintero, quien desdibujo mi tormento
de ser el único que en tus ojos siente miedo y misterio.
De ser los sueños que inundan mis pensamientos.
De ser quien ve, puro amor bajo tu cuerpo.
De ser el tiempo equivocado de tus besos.

De sentirme vivo y solo, al tiempo que temo
haber perdido toda mi objetividad, entrelazado a tu pelo.
Sentirme cohibido por querer de tus manos el fruto prohibido.
Escribir sobre tu piel, mientras susurro a tu cuello.

Y sentir a lo lejos, cabalgando con premura,
mi descascarillada y endeble armadura.
Batiéndose a duelo,
con tu inocencia y fresca dulzura.

De ser quien soy, viento y fuego
encariñado de quien podría sin esfuerzo,
exiliar de por vida a mi alma de su tenue y duro armazón.
Apagando con una caricia la ultima llama encendida de mi corazón.

Esta noche solo escribiré algo triste y algo bonito.
Algo complejo pero sencillo.
Partes de mi día a día, de noches perdidas, de noches queridas.
Y sueños que son solo eso. Simples sueños.
Esperando ser pesadillas o convertirse en ciertos.

Solo poesía.
Un único misterio entre lineas,
de mi eterna poesía, conciliada en esta vigilia.

Happy – 31.10.14 – Henry J. White

Happy – 31.10.14 – Henry J. White

Lets-Be-Happy

 

Labios, son mi nueva adiccion, tus labios,
perfilados, labios rosas, y suaves
que esconden esa sonrisa,
tan embriagadora tu sonrisa,
como hechizantes tus labios.

Humedos y tiernos labios,
que mi interior seducen,
y a mis ojos condenan,
con cadena perpetua
a tus hermosos labios.

¿Y esos ojos?,
¿de donde salieron
esos ojitos tuyos?
que mi alma cautivaron.

No son solo tus ojos
ni tu pelo lacio u ondulado,
o esa dulce voz que me tiene anonadado,
ni siquiera tus labios.

Solo tu…
Hoy mis versos no tienen rima
asi de complejo y sencillo es,
mi tintero, es tu victima.

Hoy soy un poco mas feliz,
por que te he hecho reir,
por que he vuelto a sentir
todo gracias a ti.

El Masaje – 21.09.14 – Henry J. White

El Masaje – 21.09.14 – Henry J. White

massage

Suspire unas palabras, mientras asentías.
Mis manos se dejan caer por tu cabeza,
mientras se deslizan por tu cuello
provocando una reaccion estatica
sobre tu piel, y asi continuan
estas por tus hombros,
afianzandolos contra la camilla
poco a poco, suave, despacio.

Y zigzaguean por el
omoplato, descendiendo hasta tus caderas,
mis pulgares presionan en forma
circular tu region lumbar, y deslizo mis manos
desde la cadera al cuello, arriba y abajo
despacio, suave, y con firmeza, por tu columna,
parando con delicadeza en el cuello,
y masajeando la base de este con mis pulgares,
de igual manera que en la region lumbar.

Y asi desciendo mas alla de la cadera,
entonces tu cuerpo se inquieta,
se palpa que estas intranquilla,
y me acerco al oido:
-tranquila, solo es un masaje,
no hare nada que no quieras-
susurro con delicadeza.

Tus musculos se desploman, y te embriaga
nueavmente el relax, mis manos se convierten
una vez mas en una extensión de tu cuerpo,
y seducen con tiento el camino de tus muslos,
hasta las rodillas, firmes, pero descansados,
mis dedos recorren serpenteantes tu cálida piel,
suaves por el aceite de coco, que heche sobre ti.

Despacio bordean las rodillas, y el punto de inflexión
de estas, para acariciar con la mayor delicadeza,
pero sabiendose firmes tus gemelos,
subiendo desde el talon hasta arriba
presionando con la yema de los dedos.

Cuando parece que esta terminado,
tu cuerpo enteramente relajado
deja escapar un suspiro de tus labios,
y recorro con ambas manos,
con el índice y el corazón, cada centímetro
de tu cuerpo, de abajo a arriba,
hasta detenerme en tus hombros.

Entonces caen, símiles e idénticos
por el camino de tus brazos, hasta las manos,
hasta tus dedos, y comienzo con ellos
el masaje, suave, lento, sosegado,
me deslizo a la palma, y asi accedo
hasta tus muñecas, escucho el bombeo de la sangre
por ellas, calmado, tranquilo, sin miedo,
y con ambas manos, recorro tu brazo, tu antebrazo,
primero uno, y luego el otro brazo.

De vuelta , el índice y corazón se despliegan,
y comienzan a recorrer nuevamente el camino andado
y se detienen esta vez en la parte alta del cuello,
y masajean mis pulgares, siempre en circulos, el centro de este,
la base con la cabeza, mientras mis manos,
se deslizan tiernas entre tu pelo,
y suspiro aire calido, despacio, con cariño, sin sentido
sobre la base de tu cuello, y mis manos recorren tu cabeza
hasta acariciarte la sien, y dejarte casi rendida,
al sueño.

Y te susurro, ahora si, esta terminado, Sweet.
a lo que escucho – Un poquito mas, ¿si? – ….


Poesía Contemporánea I