Etiqueta: Triste

Me gusta hablar contigo – 8.6.17 – Henry J. White

Me gusta hablar contigo – 8.6.17 – Henry J. White

Me gusta hablar contigo,
por muchas razones, son tantas
que no hay palabras ni versos,
que en ellos se puedan detallar.

Me gusta hablar contigo,
por que me hace sentir bien,
me hace sentir parte de algo,
me hace sentir que te acuerdas de mi.

Me gusta hablar contigo,
por que te imagino a mi lado
sonriendo y llamándome TONTO.

Me gusta hablar contigo,
por que cada vez que lo hago,
intento sacar de mi lo mejor,
y así poder reírnos juntos.

Me gusta hablar contigo,
aunque estés desanimada,
por que entre todo tu entorno
pensaste en mi para que te animara.

Me gusta hablar contigo,
por que se me da bien leer a la gente,
y a ti muchas veces, soy incapaz de leerte.

Me gusta hablar contigo
y preguntarte cada noche
¿Cómo te ha ido el día,
que ha sido de tu vida?

Me gusta hablar contigo,
aunque tardes años en responder,
y entonces tenga que despedirme
antes de que me quede frito.

Me gusta hablar contigo,
cuando pasa un tiempo
que no he hablado contigo,
y volvemos a escribirnos.

Sonrió sin saber porque,
y se iluminan mis ojitos.
Descubriendo que es por que
me gusta hablar contigo.


Fotografia: AndyBang – Estudio Fotográfico

Suicidio Lento – 24.02.2013 – Henry J. White

Suicidio Lento – 24.02.2013 – Henry J. White

Suicidio
Yace bajo la herida,
frío puro ártico.
Desgarra la carne
que la entierra.

Supura odio y maldad
como nunca llego a entender.
Y bloquea los sueños,
mata el recuerdo,
degüella el olvido,
y clama suyo mi cuerpo.

Ya lo noto, se acerca.

La muerte huye,
me abandona ante mi suerte.

Asfixia cada resquicio
de mis sentidos,
sin pulso, ni latidos,
drena cada una de mis lágrimas
para su propio tintero.

Construye con ellas
sedientos desiertos,
!terror puro!,
hasta para los muertos.

Ya lo noto, se acerca.

Engendro algo peor que el odio
me subyuga a su que hacer,
sin fe, ni esperanza,
soslaya su fina hoja sobre mis manos
y roba mi último sueño.

Me condena al suicidio lento,
Vivir, con todo y sin nada,
al mismo tiempo.

Testamento – 4.2.2013 – Henry J. White

Testamento – 4.2.2013 – Henry J. White

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Gotas de tinta negra
recorren mis sueños,
una mirada pétrea
se esconde en el firmamento.

La brisa sobre tu cabello,
acompaña mi tormento.
Suplico al tiempo,
el suspiro de mi ultimo aliento.

Recobro el sentimiento, habiendo perdido nuestro único momento.
Escribiré sobre tu cuerpo la última hoja de mi libro,
sellandolo con un beso sobre tu cuello
dejaré el último verso de este testamento.

Madrid sin Luna – 11.4.2012 – Henry J. White

Madrid sin Luna – 11.4.2012 – Henry J. White


Silencio bajo las palabras,
sueños desvanecidos entre las lápidas.
La Almudena descansa tranquila,
yacen sobre ella, cortas y largas vidas.

Mientras en las esquinas de mis pensamientos
una verdad herida, el recuerdo de una vida perdida.
Deambulo entre callejones de la Capital dormida.
Fría y dura noche de Madrid, sin Luna, ni guía.

Llora en las alturas tinta,
negra, como este cielo sin estrellas,
negra, como la noche sin su dia,
pero aun mas negra, como estos versos sin tu compañia.

Tinta etérea la que se derrama en el Manzanares,
a lo largo de sus bastas orillas,
y recorre de vuelta el camino a mis mejillas.

Triste en la noche, el viento silba
ante el imponente Palacio de Oriente,
y callejea, sin meta ni fin
por el Madrid de los Austrias.

Triste se esconde en el Cerro de los Locos,
busca y vuelve a buscar,
desde lo alto de su explanada
a la Luna, en ese infinito y negro mar.

Y llora, por que se ha ido,
porque la ha dejado marchar,
Y tiembla, por que no quiere dejar de verla,
ni perder los versos que la llevarón a ella.

Y entonces corre raudo como lo que es,
Viento en la agitada gran ciudad.
Y se detiene, hincando las rodillas, en la fría arena,
ante la estatua del último Angel que cayo al mundo.

Y Maldice su Reino.

No tendrás mi Alma, ni hoy, ni mañana,
porque mi Alma, la protege la Luna.
No tendrás mis versos, ni mis palabras, ni mis sueños,
pues yo soy, el último Angel que a ella protejo.


Fotografía tomada por Valentin Siguenza

Miedo a La Luna, Miedo al Amor – 9.4.2012 – Henry J. White

Miedo a La Luna, Miedo al Amor – 9.4.2012 – Henry J. White


A la luna no la escribo por que anda en otras compañias,
y como buena estrella fugaz, ni se mete ni se metera,
y como el tiempo ha dejado claro,
nunca supo si estrellarse o ser parte de su realidad.

y a la muerte espero,
por que hace mucho tiempo q en la vida deje de soñar.
Ya no solo por la Luna,
si no por el pasado que mi vida deje marchitar.

Ni la fe, ni los sueños, recuperaron el hablar,
y sin ellos, mi alma se escondio en el mas oscuro despertar,
donde nada nace, ni deja de morir,
donde nada crece, ni vuelve a resurgir.

Nunca me has oido decirlo, ni lo haras,
hasta que exhale sin duda, mi autentico despertar.
De entre todas las personas y mis ideas solo vos conoces la verdad,
La verdad sobre mi alma.

Nunca bebere el amor de tus labios,
ni la amistad de tus caricias,
ni crecere al despertar con tu sonrisa,

No puedo amarte mas alla de los versos, o desvestiré el miedo entre mis abrazos.

Ni cuando vivas con la sonrisa de tu lado,
ni cuando las lagrimas asedien tus labios,
ni cuando el miedo viva en ti,
ni cuando la pesadilla no te deje dormir.

No puede quererte mas alla de mis versos, o me romperas en mil pedazos,

Y asi, mi querida Luna, la estrellas se forjaron.
Con mi corazon perdido y atormentado.
Con tu halo como manto,
con el miedo de mi corazon sobre tu mano.


Cuadro de Marta Moro

Insomne – 2.3.12 – Henry J. White

Insomne – 2.3.12 – Henry J. White

Tengo sueño, mucho sueño.
Sueño que no despierto y no tengo miedo.
Ya no soy de mi cuerpo dueño.

Se ensucia el claro de un azul intenso
amargo suspiro y el sueño expiro.
Insomne en el tiempo, camino sin asenso.

Inherte al tiempo crezco,
devuelvo a la tierra
cuerpo que no merezco.

Incita el bohemio recuerdo,
sentimiento incierto
quien un dia estuvo cuerdo.

El Angel Triste – 22.2.12 – Henry J. White

El Angel Triste – 22.2.12 – Henry J. White

Repican las cadenas de la eterna salvación.
Una puerta de entrada, sin salida.
Consumo mi energía, observando desde lo alto.
Rasgo cada nimio y etereo sueño,
y cada una de las pesadillas de este tormento.

Vestido de blanco, y con las espada de la eterna justicia,
araña cada nube que nos sirve de suelo,
para poder caer en el verdadero Cielo.

Dondo cada noche, y cada dia,
el Dolor y el Amor, entran en feroz combate
Donde la Luna y El Sol, se jugaron la divinidad.
Donde es posible soñar, y que se haga realidad.

Alli donde la nada puede serlo todo,
y todo se puede esfumar.

Pero… Yo.

Yo debo guardar mi puesto,
no pensar, no preguntar, no sentir.
Ser el Guardian de las Almas Perdidas…
…en el Paraíso.

Yo soy el único Angel que no puedo bajar,
sediento de sentimientos,
ni siquiera espero a la Muerte,
pues no existe para mi.

Soy la Gran guia de toda Alma mortal,
pero sin Alma, ni Guia, para mi.

¿Quien dijo que un Angel debe ser Feliz?