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Tu estandarte – 6.3.17 – Henry J. White

Tu estandarte – 6.3.17 – Henry J. White

Ese abrazo dulce y sosegado,
vale mas para mi, para ser curado,
que para ti, para entender el amor dado.

Dime que tienen esos ojitos pardos,
Que cada vez que los miro
me confunden y vago.

Dime por que me atraen tanto,
esos labios rojos,
suaves y tiernos,
dulcemente maquillados.

Dime por que temo,
que eres una de esas personas
que mi alma puedes doblegar,
y puedo salir mas herido que curado.

Dime, solo dime,
que quieres ser especial,
y haré del mundo
tu propio jardín celestial.

Dime que no estoy equivocado,
que mis versos no han errado,
dime que no, que no quieres mis palabras.
Que siga escondido entre mis tinieblas.

Déjame enseñarte a anhelar, a desear, a reír, a abrazar.
Déjame enseñarte la locura, la pasión, la bondad.
Déjame mostrarte la verdad, la ternura, el amar sin recelo ni piedad.
Déjame robarte entre el día y la noche, cuando llueve y cuando no.

Deja que el viento suplique en tu cuello,
que existe el amor, y que el vendrá.
Deja que la noche sea testigo,
que tu almohada sea cómplice,
que tu deseo se desboque.
Que en tus latidos desemboque

La eterna locura que
de mis caricias
y mis besos brote.
Que el día nos cubra,
y ante ti me descubra.

Dime que no,
que no quieres mis palabras,
que prefieres mi cordura insegura,
antes que la verdad de mi locura.

Dime que huya,
que no lo haga,
que me Destruya.

Dime que desaparezca,
que me esconda, que me hunda.

Dímelo, o iré directo
sin temor, ni miedo alguno,
iré y te arrebatare
cada uno de tus pensamientos,
los haré míos, y míos serán tus sueños.

Y sueños serán estos versos,
serán nuestros besos,
sera tu espalda, sera tu mirada
y mis caricias que recorrerán tu cuello.

Dímelo rápido, sin señales ni aspavientos,
dímelo presta, o le robare
el amor a los dioses.
Y te convertiré en ella.

En la pura y etérea idea del amor.
Y portare tu estandarte por toda la tierra.
Y doblegare a mi alma, esta vez para ser tu eterna estela.

Huella – 2.5.16 – Henry J. White

Huella – 2.5.16 – Henry J. White

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He llorado tierra y agua,
y también sangre y lodo.
He vivido tu sonrisa,
en tus translucidos ojos.

He amado sin esperanza,
y he querido el olvido, mio.
He salpicado escritos,
y recuerdos he comido,

He deseado tus besos,
y en el abismo me he perdido.
He soñado tus caricias,
y en el océano me he desvivido.

He escuchado tu silencio,
y en el silencio, me he escondido.

Por ti he escrito, y aun me siento cohibido.
Por ti he reído, y ahora soy un proscrito.
Por ti he consentido, y en tu sueño te visito.
Por ti fui al infinito, y allí me quede malherido.

Pues nos separa la vida,
la edad, la experiencia,
y una efímera despedida.

Pues nos hicieron con la misma huella
tu eras una estrella sin luz,
y yo la luz, que no tenía estrella.

Cuando estas mas lejos,
mas cerca te siento,
mas quiero de tus labios,
que sean mis propios festejos.

Pequeña mía, duérmete tranquila,
que hoy has sido bendecida,
con mi eterna guardia divina,
y en cada despertar,
mi guiño y mi sonrisa,
Te cuidara y te abrazara.

Creacion – 20.10.14 – Henry J. White

Creacion – 20.10.14 – Henry J. White

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Cuando la noche es eterna,
y tus ojos brillan por ella,
cuando se doblega tu sueño
y te encuentras en cada una de sus estrellas.

Es entonces cuando el sol se esconde y sale la luna,
es entonces cuando tu susurro mece la cuna,
de estos versos que desligados
se unen a tu alma pura.

Dejas que regrese el sol, y que tu mirada
se abrace a la longeva pangea,
y por ende a todo ser vivo que vive en ella.

Y surge la creacion.
Desde tus sueños hasta el amor.

Es el fuego y el ligero viento
quienes se forjan en tu pensamiento,
el mar y la tierra
lo que surge de lo mas profundo de tu cuerpo.

Y con una simple caricia das al planeta el sentimiento,
de su mas dulce y emotivo movimiento.

No es la noche ni el dia
lo que sucumbe a tu sonrisa,
si no, estos versos del mismo viento,
esculpidos con mi ultimo aliento.