Etiqueta: Relatos

Dueño del Dolor, del Amor – Henry J. White – 18.11.2oo9

Dueño del Dolor, del Amor – Henry J. White – 18.11.2oo9

Una llama encendida arbitrariamente deslumbra con fugacidad, en la inmensidad de este bosque se oye a lo lejos el crujir de las ramas secas, y un chisporroteo de una hoguera crea una melodía intensa y continua. Unos ojos hechizados por el fuego, un soplido de sus labios que aviva las llamas, suena el viento.

Y el alma del joven se arrodilla, llorando, pidiendo clemencia y esperanza para el corazón de su dueño, que a destiempo se desgarra en sufrimiento. Temiendo por muerto, la vida sin su deseo, ni anhelo, ni sueño.

– No me dejes solo, o me encerrare en mi prisión, no dejare que nadie se acerque, no, nadie mas debe acercarse a mi interior…-

Balbucea el joven sin mucha cordura, y corre el alma presta de nuevo a su cuerpo, y llora y solloza nuevamente por ver el interior herido y desecho. Ve a su dueño, tapiando cada hueco de su corazón.

– Ya no mas dolor, ya no mas amor –

El joven compungido cae ante el fuego, y sueña la chispa que un día encienda la mecha de su amada destrucción, Reencontrar(se) con el Eterno Amor. Locura de su vida, y cura de su muerte.

– Te quiero –

Se dice repetidas veces. Esperare a que el viento me acerque, o el tiempo me lleve, y descanse en paz, sabiendo que siempre estuve aquí, que no deje de tener fe, y de amarte, sin mas razón que la de Amar con el corazón.

-Adiós corazón, Es tiempo de dormir, adiós, he de irme a dormir…

a dormir….

a dormir…

o morir. –


Corregida el 16 de Enero del 2017
Texto: #227
Escrito: #30

El Ente y El Viajero – Henry J. White – 7.Oct.2009

El Ente y El Viajero – Henry J. White – 7.Oct.2009

¿Quién eres?- murmulló el viento.

Soy el que anida en los recuerdos, y el que guarda tus anhelos.
Tengo entendido, que sueñas conmigo, que con fugaces caricias me lees en el olvido, dime viajero de los sueños, por que te aferras a ese sueño.

-Es mi sueño por vivir, aunque tenga que vivir lo en sueños-

Chico, nunca te dijerón que nada es imposible, lucha por ello y quien sabe, antes de que este cuento sea un recuerdo, estarás viviendo ese sueño, despierto y vivo.

-Me gusta amarla en silencio, quieto, dormido, he encontrado un amor puro, ¿por qué destruirlo?-

¿Destruirlo?
Perdona viajero os conozco tanto a los dos, vuestras inquietudes, vuestros gustos, deseos, anhelos, ¿Realmente crees que se destruiría?, sabes que no es eso, solo tienes miedo de no estar a su altura, de no darle todo lo que ella merece, por que en tus sueños todo es viable, pero ¿en la realidad que tienes para dar?

-¿Qué tengo?, mi vida y mi amor, pero por desgracia uno no vive de esto.-

Te equivocas compañero, tu das mas de lo que otras personas quisieran dar, créeme Viajero, tu que moras en cada sueño, aferraté si quieres a ese platónico sueño, pero no dejes escapar la oportunidad de tu mejor momento. Con cada suspiro que os oigo, envidio vuestro anhelo por sentiros unidos, mas de muchos quisieran sentirse tan llenos de vida por dentro.

Corre Viajero, duerme tranquilo, prepárate por que un día vivirás despierto tu sueño, y no querrás perder el momento.


Corregida el 13 de Enero del 2017
Texto: #195
Escrito: #29

«Sin Titulo Previo» Capitulo Primero

«Sin Titulo Previo» Capitulo Primero

 

 

Una luna llena casi rojiza iluminaba con fuerza la noche estrellada sobre el antiguo barrio de Mont Matre; ella como cada día, paseaba por la plaza, y se sentaba en el poyete de la fuente central. Cada tarde a la misma hora, ella hacia el mismo recorrido, mientras mi curiosidad invadía aquella jovencita alma, desde el ventanal de la habitación del motel.Sentado, en la mesa, mi tintero, la pluma, y un par de versos en mi cuaderno sollozaban la soledad de aquellos tiempos que se perdían en el corto vaso de absenta.

El crujido de la puerta de la habitación, me distrajo de mi ensoñación, era Jean, preguntando si iría esta noche a la Rosa Negra, por supuesto le conteste, al regresar la mirada, ya se había marchado aquella dama.

….

¿Por qué?, ¿No merezco ser feliz?, ¿alguna vez encontrare ese amor que provoque en mi pecho la alegría de vivir?. Esa noche las estrellas eran el manto nocturno sobre la plaza, mis pensamientos volaban rápidamente, como una estrella fugaz en el firmamento. No entendía por que siempre me adentraba en las vidas de aquellos miserables jóvenes, tan solo pretendían aprovecharse de mí, o escapar de su propia realidad, sin ofrecer una pizca de amor. Solo buscaba un alma errante que me quisiese tal y como era, que me amara…que me amara como la Luna ama a sus hijas, las estrellas. A veces pensaba que ese sentimiento no existía, el amor; solo somos almas vagando de un lado a otro, viviendo para morir.

Decidí sentarme junto a la fuente, para relajarme, el agua siempre me transmitía una serenidad especial, allí estaba yo, sola, triste, pensativa, mirando al cielo. Distraída eternamente en sueños de amor y deseo. No tenía el cuerpo para ir de baile, pero, hoy era un día especial para Marié, debía estar junto a ella, dijo que nos llevaría a un sitio especial.

Un destello en lo alto del motel llevo mi mirada hacia allí, un halo misterioso, entre ternura y seducción, dejaba entrever el perfil de un muchacho, un inesperado escalofrió recorrió desde mis pies hasta mi nuca. Al tiempo que una brisa soplaba fría en la plaza, una simple coincidencia pensé para mí misma, se me había erizado el pelo.

 

Era más tarde de lo normal, me levante rápidamente y me marche a casa, debía estar preparada para la llegada de Marié, gire la cabeza apenas cuando salía de la plaza. Unos ojos azabache con un curioso brillo, recorrían velozmente la fuente. Aquel joven, tenía algo, algo diferente le movía, pero no podía detenerme, así que suspire y me fui….


Corregida el 16 de Enero del 2017
Texto: #235
Escrito: #32

5 Cosas que no olvidare – Henry J. White – Febrero 2007

5 Cosas que no olvidare – Henry J. White – Febrero 2007

Un abrazo en cada día en que tu animo se encuentra bajo, en cada día en que la tristeza recorre tus mejillas, y te sientes perdida y desorientada, un abrazo por cada mal día que tienes, y pueda con este darte fuerzas para continuar queriendo luchar.

Ver la sonrisa escaparse de tus labios, al notarme calidamente en cada despertar junto a tu cuerpo, sentir en cada instante que estas indudablemente enamorada, al ver sobre tu cama ese delicioso y tierno desayuno.

Una caricia sobre la nuca, que hará que olvidemos todos esos días grises, esos días de lluvia y tormenta. Que nos unirá hasta hacernos caricia de la misma caricia.

Un te quiero cada mañana al levantarte, sentirme cómplice de nuestras miradas. Comprender que cada te quiero que mis labios cuentan, son pocos para este amor que recae sobre ti, sobre mi vida.

Un beso sobre tu mano, tu mejilla y tus labios, en profunda señal de todo lo que hago, es por que siento que realmente te amo.


//Para Natalia P.M.\


Corregida: 9 de Enero del 2017
Texto: #132
Escrito: #19

Te avise amo – Henry J. White – Febrero 2007

Te avise amo – Henry J. White – Febrero 2007

– Henry: Que te pasa amo?. Te veo muy apagado por momentos, estas bien?
– Amo: hola Henry, no, no estoy muy bien.
– Henry: Es por ella verdad?, te avise, amo, te avise.
– Amo: Ya pero quería volver a saborear esa felicidad, quería sentirme libre, estar a gusto, saber que algo en mi vida iba como debía ir…
– Henry: Si, pero amo, tienes que tener cuidado, debo recordarte como estuvo apunto de acabar la ultima vez?, fue muy duro, quieres volver a pasar de nuevo por ello?
– Amo: No lo se, no se si podría.
– Henry: No amo, no. no podrías te lo digo yo.
– Amo: Que sabrás tu, podría luchar, cuantas veces he luchado por alguien?, por ella no luche, podría hacerlo ahora y luchar por esta.
– Henry: No se amo, ten cuidado con lo que deseas, podrías morir en el intento
– Amo: Y que? moriría por algo en concreto. moriría sabiendo que luche
– Henry: Amo, sabes también como yo, que aquellos años fueron tu locura, un cacho de tu corazón murió, y con ello tu alma se oscureció.
– Amo: Ya pero poco a poco regrese.
– Henry: Si pero, ya no eres el que eras. Ahora sabes lo que puede llegar a quemar, y esta vez, esta vez temo que arderías en el mismísimo infierno.
– Amo: Puede. No te lo niego. Dime Henry no debería luchar por lo que amo?
– Henry: La amas?
– Amo: Claro que si, que acaso dudas?.
– Henry: Piénselo amo, si la quieres tanto como dices, harás todo lo que te propones por mucho que te avise, o te recomiende no hacer, iras tras ella, y si sale mal? Amo, mírame a los ojos, que pasara si sale mal?
– Amo: No pasara nada, eso no pasara, todavía no es el momento, no puede pasar aun
– Henry: No se amo, yo solo puedo recomendarte, si de verdad la quieres, hazlo. Salta al vació, pero no cuentes con que se abra un paracaídas, es posible que no haya. Es posible que revientes al chocar al suelo. Y entonces te echare de menos amo. Te echare mucho de menos.
– Amo: Gracias Henry, pero creo que he de arrojarme, e de saltar, ahora o nunca, sino no , no sabré cuanto la quise de verdad. No necesito paracaídas, sus susurros me pararan. Sus caricias me alentaran. Regresare sano y salvo. Te lo prometo Henry.
– Henry: Que así sea amo.


Corregida: 9 de Enero del 2017
Texto: #133
Escrito: #20

¿Quieres Jugar? – Henry J. White – Febrero 2007

¿Quieres Jugar? – Henry J. White – Febrero 2007

Daniel (D): Marta, ¿te apetece jugar conmigo?
Marta (M): Si, claro.
D: Estupendo, yo haré de Papa, y tu de Mama, ¿vale?
M: Vale.
D: Chiqui, tráeme una cocacola!
M: Vale cariño.
D: y un aperitivo que hoy llegan los chicos para ver la serie. !Y rapidito eh!, que no tengo todo el día.
M: De acuerdo,… toma aquí lo tienes.
D: ¿y el aperitivo donde esta?, además, ¿qué es esto que me has traído?, ¿Zumo de cola?…
M: Ehm, no. Cocacola como me pediste.
D: No me repliques, si fuese coca cola lo sabría. Esto no es ni refresco, ni esta frió, ni tiene gas, ni nada.
( – ¡Pum! – El refresco se derrama sobre la mesa del salón, ensuciando lo todo. )
D: Tráeme lo que te he pedido, y recoge esto inmediatamente.
M: Claro cariño, no te preocupes, ahora mismo lo limpio y te traigo tu bebida.
( – Cinco minutos después – )
D: ¡Marta!, ¿donde esta mi refresco?, llevo una hora esperando que limpies esto y me lo traigas. Es que ¿acaso tengo que hacerlo yo todo?
M: Perdona mi amor, toma aquí lo tienes, y !unas aceitunas que se que te gustan¡
D: Si es que, pero … !Marta¡, !no estas a lo que estas¡, ¿desde cuando tenemos estas aceitunas?, no te he dicho mil veces que las quiero sin hueso, baja ahora mismo al super a comprar las que quiero. Vamos, ya estas tardando.
M: Claro cariño, ya voy… Dame dinero amor.
D: ¿Como que dame?, ¿acaso ya te has gastado lo que te di ayer?
M: ehm no, pero…
D: ¡Cállate!, deja hablar a los mayores y no me vuelvas a interrumpir nunca, seguro que te lo gastaste todo en esos potingues que te compras, ¡no me mientas!
M: En serio cari, no me lo he…
( – Pum – El chico golpea agresivamente la mesa con su refresco, se levanta encarándose a la joven – )
D: ¡He dicho que te calles!, ¿no sabes hablar mi idioma?, cállate, y déjame hablar.
M: Pero mi amor, pero… pero que he hecho?
D: ¿Quée?, ¿aun osas decirme que has hecho?, primero me mientes, me interrumpes seguidamente, no me obedeces cuando te digo que te calles, y aun tienes el valor de decirme que has hecho. Toma diez euros y baja ahora mismo al supermercado, antes de que me enfade de veras.
M: Pero… si… yo…

– El sonido de unas llaves abriendo la puerta, la madre de los chicos entra en escena- )
( – ¡Plas! – La mano del chico, cruza violentamente la cara de esta. Marta, se queda inmóvil, impasible ante el suceso, sin saber que hacer, con miedo y temor. )

Yolanda (Y): ¿Hola chicos, qué tal todo?
D: Ves, ya has conseguido que me enfade, ves lo que consigues poniéndote así, deja de hablar, ni siquiera balbucees, ¡cállate, y vete a comprar ahora mismo!
M: Claro, perdona mi amor…
Y: ¡Pero bueno Daniel!, ¿Qué estas haciendo?
D: Nada, solo estamos jugando.
Y: ¿Como que jugando?, ¿para jugar tienes que pegar a tu hermana pequeña?, pero… ¿Qué juego es ese?

M/D: Pues estábamos jugando a ser mayores.


//Contra el Maltrato de Genero, No mas Violencia Domestica\


Corregida: 9 de Enero del 2017
Text: #134
Escrito: #21

Quiero ser Piloto – Henry J. White – Febrero 2007

Quiero ser Piloto – Henry J. White – Febrero 2007

¡Hola Dani!,

¿Qué tal te va todo? Jobar, que ganas tenia de verte, ¿sabes que día es hoy?

!Si¡, hoy hace un año desde que me llevaste al circuito. Que ilusión tenía, te acuerdas de mi carita sonriente, que bien me lo pase. Mi hermanito mayor y yo juntos viendo aquella emocionante carrera de coches, nunca se me olvidara. Gracias hermanito, gracias a ti, ya se que quiero ser de mayor, !sí¡ Quiero ser piloto de carreras, eres el mejor hermano del mundo.

Papa y Mama, llevan un tiempo enfadados.
Últimamente les veo un poco tristes, pero bueno, yo les hago sonreír siempre que puedo. Bueno hermanito, tengo que dejarte, ya sabes que Mamá se enfada si llego tarde a la comida, y además hoy hay mi plato favorito, no quiero que se enfrié; además Papa dice que el cementerio no es el lugar adecuado para que este yo.

Un abrazo hermanito, te quiero.


Corregida: 9 de Enero del 2017
Texto: #135
Escrito: #22

Principe de la Noche – Henry J. White – 2oo5

Principe de la Noche – Henry J. White – 2oo5

….Era una noche de verano cálida, muy cálida, allí estaba ella, sola, soñando, dormida, arropada tan solo por su camisón rojo, con la ventana entreabierta mientras la noche mecía entre las estrellas y la luna un silbante soplo de aire fresco, húmedo, cargado de amor y lujuria. La habitación estaba oscura, débil, templada ante la noche, apenas un resquicio de luz se colaba tímidamente con la ayuda de la luna. Un silbido, y luego otro más fuerte,
los arboles acompasaban al viento con su ramaje, de pronto en un mísero instante, un inconcebible segundo de silencio absoluto cubrió la casa, el valle, el cielo… El tiempo se detenía al mismo momento en que una estrella fugaz viajaba lenta pero velozmente aquel misterioso y estrellado cielo, inmensamente, oscuro, espectralmente negro, eternamente azabache.

Ella sintió un escalofrío que recorría electrizantemente todo su esbelto cuerpo, su pelo ondeaba rápidamente entre sus sabanas, entre su almohada, mientras aquella figura, príncipe de la noche, rey del silencio, soplaba con inmensa delicadeza sobre su virgen y desnudo cuello, se podía notar en el aire aquel palpitar, pum…pum…pum…, la sangre deslizándose suavemente por su yugular, un palpitar sosegado, excesivamente calmado, pum … … pum … … pum … …, provocando en aquel espectro, en aquel saltante nocturno, el profundo deseo, una indescriptible pasión, y un incontrolable impulso…

Beso con extrema delicadeza aquella zona, que por momentos fluía cálida, y denotaba un suave color rojo, allí donde los eternos labios de aquel ser se plasmaban en su joven cuello. Alzo el cuello entre sus brazos, sus colmillos destellaron en la habitación al instante en el que mordió con desenfreno, lujuria y pasión…

Se apartó al tiempo en que ella levantaba la mirada, salía de su ensoñación, y en el mismo instante en que cruzaban las miradas, él penetró en su cuerpo, atravesando su puros y verdosos ojos, que rojos de fuego, convertirían su cuerpo en una llama de pasión, inundada por el único e irrefrenable deseo de beber la sangre de aquel maestro del amor…

Ella asíaba con firmeza su cuello, mientras él, como hechizado por la belleza de la joven, mordía su muñeca para darle ansiosamente su eterno corazón. Se alzaron ambos. Él, cubiertos sus labios de la noble sangre de la dama, y ella con sus labios, vertidos del más puro calor
del amor, de una sangre de fuego, una sangre enteramente de pasión.

Mientras un bello clamor, alzaban sus miradas a una nueva dimensión…

….shhh, shhhh, shhhhh… el viento siguió con su tintineante silbido, al compás con el bosque de aquel valle, aquella habitación seguía oscura, apenas con aquel rayo de luz que se colaba ahora precipitadamente, sin encontrar ni un solo rastro de aquel ente, ni de la sangre vertida sobre aquellas celestiales sabanas.. Ni de aquella dama, que desapareció, en ese mísero instante en que el cometa cruzó…


Corregida: 4 de Enero del 2017
Texto: #112
Escritos: #16