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Perdido – 29.05.17 – Henry J. White

Perdido – 29.05.17 – Henry J. White


He perdido la destreza
y la maña de decirte
te quiero al oído.

De decir te quiero y sentirme a ti unido.
He querido agarrarte y conquistarte
y caer en el eterno olvido.

He querido y he mentido,
pero ya no puedo ni sentirlo.
He pecado en el camino
y de ti me he escondido.

He pecado y he sufrido.
He sufrido por sentirme aislado,
Aislado y deshecho me he perdido.

Perdido en sentimientos
que fueron y ya se han ido.
Como mi mirada
se ha desvanecido.

He perdido la destreza
y la maña de decirte
te quiero al oído.

De mi locura me he reído,
y ella me atormento
con el suicidio.

Pero de este he huido.
En el fondo del abismo he vivido.
He vivido en tus sueños,
y de tus etéreos labios he resurgido.

De cada latido, yo he bebido,
y en tu mirada melosa
me he zambullido.

De tus caricias me he desvivido,
y tu atención he requerido.
Como un ángel caído,
que tu camino ha protegido.

He perdido la destreza
y la maña de decirte
te quiero al oído.

Tu estandarte – 6.3.17 – Henry J. White

Tu estandarte – 6.3.17 – Henry J. White

Ese abrazo dulce y sosegado,
vale mas para mi, para ser curado,
que para ti, para entender el amor dado.

Dime que tienen esos ojitos pardos,
Que cada vez que los miro
me confunden y vago.

Dime por que me atraen tanto,
esos labios rojos,
suaves y tiernos,
dulcemente maquillados.

Dime por que temo,
que eres una de esas personas
que mi alma puedes doblegar,
y puedo salir mas herido que curado.

Dime, solo dime,
que quieres ser especial,
y haré del mundo
tu propio jardín celestial.

Dime que no estoy equivocado,
que mis versos no han errado,
dime que no, que no quieres mis palabras.
Que siga escondido entre mis tinieblas.

Déjame enseñarte a anhelar, a desear, a reír, a abrazar.
Déjame enseñarte la locura, la pasión, la bondad.
Déjame mostrarte la verdad, la ternura, el amar sin recelo ni piedad.
Déjame robarte entre el día y la noche, cuando llueve y cuando no.

Deja que el viento suplique en tu cuello,
que existe el amor, y que el vendrá.
Deja que la noche sea testigo,
que tu almohada sea cómplice,
que tu deseo se desboque.
Que en tus latidos desemboque

La eterna locura que
de mis caricias
y mis besos brote.
Que el día nos cubra,
y ante ti me descubra.

Dime que no,
que no quieres mis palabras,
que prefieres mi cordura insegura,
antes que la verdad de mi locura.

Dime que huya,
que no lo haga,
que me Destruya.

Dime que desaparezca,
que me esconda, que me hunda.

Dímelo, o iré directo
sin temor, ni miedo alguno,
iré y te arrebatare
cada uno de tus pensamientos,
los haré míos, y míos serán tus sueños.

Y sueños serán estos versos,
serán nuestros besos,
sera tu espalda, sera tu mirada
y mis caricias que recorrerán tu cuello.

Dímelo rápido, sin señales ni aspavientos,
dímelo presta, o le robare
el amor a los dioses.
Y te convertiré en ella.

En la pura y etérea idea del amor.
Y portare tu estandarte por toda la tierra.
Y doblegare a mi alma, esta vez para ser tu eterna estela.

Antes Dudaba, ahora no se – 5.7.15 – Henry J. White

Antes Dudaba, ahora no se – 5.7.15 – Henry J. White

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Tu querías una poesía,
cincelada con amor y caricia,
yo te propuse un sueño
en el lago del retiro, en su orilla.

Yo quería esa piruleta,
dulce y rebelde, como tu alma,
mas misteriosa que inquieta.

Una sonrisa es lo que obtuve
que hizo cambiar mi meta.
Ya no quiero piruleta, -dije-
mientras en un puño, tu corazón sostuve.

Volverme loco juntando
minutos y segundos.
mandar a paseo al sueño
quedarme contigo hablando.

Desvencijar del reloj sus manillas,
para no darme cuenta
que la noche se convirtió en día,
y tu misterio se hizo en mi, semilla.

Temer al destino fiero.
y a mi instinto guerrero,
saber de antemano,
que me harás mas daño, del que quiero.

Siempre he querido, ver el puzzle,
sin tener todas las piezas.
Y con ello solo ocurre,
que conviertes la nobleza en tristeza.

Y querer seguir caminando,
a pesar de la certeza
de que tu locura y belleza
me seguirán descolocando.

No habrá noche sin día,
ni versos sin rima,
ni espacio en tu cuerpo
que no besaría.

Con mis labios,
salidos de un tintero.
Y de tus sueños sabios
resurgiré puro y lisonjero


No Terminada.