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Huella – 2.5.16 – Henry J. White

Huella – 2.5.16 – Henry J. White

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He llorado tierra y agua,
y también sangre y lodo.
He vivido tu sonrisa,
en tus translucidos ojos.

He amado sin esperanza,
y he querido el olvido, mio.
He salpicado escritos,
y recuerdos he comido,

He deseado tus besos,
y en el abismo me he perdido.
He soñado tus caricias,
y en el océano me he desvivido.

He escuchado tu silencio,
y en el silencio, me he escondido.

Por ti he escrito, y aun me siento cohibido.
Por ti he reído, y ahora soy un proscrito.
Por ti he consentido, y en tu sueño te visito.
Por ti fui al infinito, y allí me quede malherido.

Pues nos separa la vida,
la edad, la experiencia,
y una efímera despedida.

Pues nos hicieron con la misma huella
tu eras una estrella sin luz,
y yo la luz, que no tenía estrella.

Cuando estas mas lejos,
mas cerca te siento,
mas quiero de tus labios,
que sean mis propios festejos.

Pequeña mía, duérmete tranquila,
que hoy has sido bendecida,
con mi eterna guardia divina,
y en cada despertar,
mi guiño y mi sonrisa,
Te cuidara y te abrazara.

4141 – 14.2.16 – Henry J. White

4141 – 14.2.16 – Henry J. White

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Donde yacen los viejos recuerdos,
Y el eterno misterio de esa noche,
Negra y roja en lo alto del firmamento.

Donde se esconden los truhanes,
Y el viento castiga sin hierro,
Allí a lo lejos, fiero y etéreo.

Se desvanecen viejos sueños,
Mas de cuatro mil ‘te quiero’ sin dueño.
Y graznan sus guardianes, los cuervos.

Triste, mira al cielo, perdido y bohemio
De un San Valentín, sin recuerdo.
De un tiempo ajeno, un castigo perpetuo.

Siente el mundo en oscuros versos,
En miedo y ausentes besos,
de aquel lejano febrero.

Y maldice aquellos recuerdos,
Una mujer y un sueño.
Un poeta sin su tintero.

Un octubre negro,
Un antiguo recuerdo,
Marchito en el tiempo.

Nuestra vigilia – 2.5.2015 – Henry J. White

Nuestra vigilia – 2.5.2015 – Henry J. White

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Besarte como nadie lo ha hecho,
abrazarte como si se fuera la vida con ello.
Cuidarte mas allá de los sueños.
O amarte como nunca de un príncipe soñaste.

Hablar de las noches que se escaparon corriendo,
de los días frugales que se escabulleron en mis dedos.
De los sueños inconclusos que deje en mi tintero.
De tus labios de fuego y tus ojos de misterio.

Reír contigo por Madrid, en cada recoveco.
Llorar recordando los malos momentos.
Tumbarnos sobre el césped recién cortado,
o incluso regañando por ver quien es de la razón dueño.

De Skypes nocturnos hasta el amanecer y Whatsapps interminables.
De retiros primaverales y veranos inolvidables.
De versos escritos y amores inimaginables.
de sueños conjuntos que son conquistables.

De ser quien coloreo mi tintero, quien desdibujo mi tormento
de ser el único que en tus ojos siente miedo y misterio.
De ser los sueños que inundan mis pensamientos.
De ser quien ve, puro amor bajo tu cuerpo.
De ser el tiempo equivocado de tus besos.

De sentirme vivo y solo, al tiempo que temo
haber perdido toda mi objetividad, entrelazado a tu pelo.
Sentirme cohibido por querer de tus manos el fruto prohibido.
Escribir sobre tu piel, mientras susurro a tu cuello.

Y sentir a lo lejos, cabalgando con premura,
mi descascarillada y endeble armadura.
Batiéndose a duelo,
con tu inocencia y fresca dulzura.

De ser quien soy, viento y fuego
encariñado de quien podría sin esfuerzo,
exiliar de por vida a mi alma de su tenue y duro armazón.
Apagando con una caricia la ultima llama encendida de mi corazón.

Esta noche solo escribiré algo triste y algo bonito.
Algo complejo pero sencillo.
Partes de mi día a día, de noches perdidas, de noches queridas.
Y sueños que son solo eso. Simples sueños.
Esperando ser pesadillas o convertirse en ciertos.

Solo poesía.
Un único misterio entre lineas,
de mi eterna poesía, conciliada en esta vigilia.