Etiqueta: 2006

Hermanas – Henry J. White – 12.12.06

Hermanas – Henry J. White – 12.12.06

Hace tiempo os conocí,
dos chicas jóvenes y risueñas
se acercaron a mi,
fui un buen amigo

siempre estuve allí.
El tiempo fue pasando,
y mas os fui cuidando,
hasta que un día,
nadie sabe por que,
me fui.

Simplemente desaparecí,
me avisasteis una y otra vez,
de esa ausencia
que día a día os hería,
y con palabras necias
al perdón me referí.

Mas no puedo decir
a que debí esta actitud,
ni pretendo que entendáis,
el porque yo me perdí.

Os quiero con palabras y pensamientos,
recuerdos y sueños,
aunque no demuestre
estas cosas os quiero
y se que un día lo sabréis,
aunque ahora ya no confiéis.

Siempre fuisteis
como mis hermanas,
y mes a mes
os lo recordaba,
pero solo eran palabras,
y mis actos
no lo demostraban.

Os quiero,
y por cada error
que cometí, lo siento.

Siempre estuvisteis aquí,
siempre me apoyasteis, confiasteis
incluso cuando nadie mas lo hizo,
y yo sin embargo ahora
esta amistad he deshecho,
por no cuidar a mis amigas.

Amigas que hice hermanas,
y que por mi culpa,
hermanas que perdí.
Lo siento, os quiero, lo sé …
ya solo son palabras
sin sentido, ni confianza,
ya no se lo que me pasa,
perdí en mi la fe,
perdí mi esperanza.

Siento el no haber estado
en ese día tan especial,
no pondré escusa alguna.

¡Feliz Cumpleaños,
ex-hermana!


//Para Alicia O.V. – Lydia N.P. \|


Corregida: 5 de Enero del 2017
Texto: #129
Poesía: #75

Dulce Pecado – Henry J. White – 11.12.06

Dulce Pecado – Henry J. White – 11.12.06

Camino inquieto
por el sendero de la lujuria,
dulce pecado,
que anhela bohemio
tus caricias sobre mis labios.

Quiero sentir tu piel,
sobre mi.
Quiero oír tus suspiros
y jadeos.

Ver la noche clara,
y el día oscuro,
Sentir tus besos puros.

Acercarte a la luna,
y que no tengas fobia alguna,
pues entre mis brazos te protegeré
y siempre de ti cuidare.


//Para Natalia P.M.\


Corregida: 5 de Enero del 2017
Texto: #127
Poesía: #73

Luz u Oscuridad – Henry J. White – 28.11.06

Luz u Oscuridad – Henry J. White – 28.11.06

Ideas derrochadas en la penumbra de nuestra oscuridad, mi viaje empezó hace mucho tiempo, pues todo era como la sociedad lo pintaba, mas yo no quería ser uno de ellos, y poco a poco me fui escapando, fui huyendo de mi destino, oscuro, tenebroso, rebelde, ya hace mucho tiempo que me perdí, en aquellas frías y oscuras tinieblas…, aturdido intento respirar, sin mas cordura que la de un Malkavian tras su crisis vampírica.

– ¿Donde esta el placer? –

Llevadme, pues. Le decía una y otra vez, mas el fulguroso brillo de sus ojos, se derretía entre mis mejillas, ardientes por el rastro inconfundible, de gotas de sangre que recorrían, dolorosas, mis mejillas, sin entender quien le profería tan desidioso destino.

Y es que, aquí abajo, el que no hiere, muere. Así que, hijos míos, seguidme, adorar vuestras entrañas, pues ellas os llevaran a la cabina de vuestro tren, y vuestras oscuras miradas, os guiaran en las tinieblas.

Aquel que se deje guiar por la luz, será recompensado…, recompensado con la traición de las tinieblas, vestida de inocencia, y bajo él, arderá el infierno, santuario de los mortales.

Llevadme pues… llevadme.


Corregida: 5 de Enero del 2017
Texto: #125
Escritos: #18

El Manzano y el Cipres – Henry J.White – 12.6.06

El Manzano y el Cipres – Henry J.White – 12.6.06

Entre noches de papel
escogeré,
Una estrella del campo,
una flor del cielo.

Pintaré a la luna fresas,
el cielo oscuro, blanco.
Haré de esa noche,
un tierno y dulce helado.

La estrella serás tú,
la orquídea el amor,
yo de tu corazón.

Buceando entre nubes,
encontré un manzano hermoso,
su fuerte tronco me abrazo,
sus hojas me sedujeron.

Probé su fruto,
dulce,
me enamoro.

Paso un largo tiempo,
lejos y cerca,
el manzano del ciprés.

Pinté el amanecer,
de naranjas y de celestes.
Soplo el viento lentamente,
acariciando el mar levemente,
aquel era el primer mes.

Me acerque a la orilla,
arrojando un suspiro,
alcé una concha al cielo,
y estos versos susurre.

Tumbado sobre la arena,
hasta que el mar,
acariciase mi piel,
entonces levante mi vista.
Sonreí al cielo y volee hasta el.

Me acurruque entre las nubes,
busque aquel manzano, y
me acosté junto a el…..

Te quiero, susurre.
y sus hojas me cubrieron
entre caricias y dulces besos.


//Para Anna C.M.\
Alfa y Omega (AIZ)


Corregida: 5 de Enero del 2017
Texto: #124
Poesía: #71

Guia – Henry J. White – 11.12.06

Guia – Henry J. White – 11.12.06

Una caricia sobre tu nuca,
un suspiro entre tus labios,
un beso rozando tu mano.

Me enredo entre tu mirada,
deseando poseer tu alma.
Tu tierna sonrisa
me trae la calma.

Mientras mis susurros
se deslizan por tus sueños,
de tus mas íntimos deseos.


//Para Natalia P.M.\


Corregida: 5 de Enero del 2017
Texto: #128
Poesía: #74

Debil – Henry J. White – 10.12.06

Debil – Henry J. White – 10.12.06

Rojos son los destellos
que recorren sedientos de deseo.
Sangrientas palabras
que hieren mi pecho.

Desgarrando sin cesar,
todos mis te quiero.
Perdí la fe en el amor
pero tu me abriste el corazón.

Ahora soy débil, estoy a tus pies
me despierto pensando en tu mirada.
Queriendo estar entre tu piel,
sentir que de mi estas enamorada.


//Para Natalia P.M.\


Corregida: 5 de Enero del 2017
Texto: #126
Poesía: #72

El Aula – Henry J. White – 3.6.06

El Aula – Henry J. White – 3.6.06


(ATENCIÓN ESTE ESCRITO ES ERÓTICO FESTIVO, SI ERES MENOR POR FAVOR NO LEAS ESTO, NO ME RESPONSABILIZO DE LO QUE LEAS O DEJES DE LEER)


Era un día cálido, el sol abrasador pegaba con mas fuerza que nunca, el verano comenzaba su viaje en Barcelona.

La universidad estaba llena de gente tirada por el césped, los chicos sin camiseta y las chicas con camisetas de tirantes, casi todos los grupos tenían unas cervezas o refrescos a mano, el cielo estaba completamente despejado, yo acababa de llegar, me disponía a entrar en la ‘Uni’, en dirección a la sala de estudio.

Ese día, estaba vacía, no había ni una sola alma por aquella aula, apenas la chica que cuidaba, me fui a un rincón apartado, donde nadie podía verme desde la entrada , saque los apuntes de la carpeta , y comencé a transcribir algunos que tenia que pasar a limpio. al cabo de media hora recibían mensaje, él me decía que ahora tenia tiempo para quedar que si me apetecía podía pasarse por la universidad a verme.,así que eso mismo le conteste, le dije que estaba en el estudio, tenia muchas ganas de verle, era un buen amigo y teníamos un montón de cotilleos que contarnos sobre nuestras parejas.

El era mi confidente, y yo era como su psicóloga sexual. Éramos los típicos amigos, chica y chico que se contaban de todo, que jamás podría pasar nada entre ellos, porque la relación de amistad era mucho mas emocionante que pensar en que hubiese un lió entre ambos. a pesar de ello ambos teníamos tanto morbo por tocarnos, que muchas veces las miradas perdidas entre nuestros cuerpos disparaban de vez en cuando nuestras hormonas, aunque nunca llegase a pasar nada, de echo creo recordar que alguna vez me sentí excitada al verle allí conmigo en mi cuarto contándome como lo había echo con su novia. o como le contaba lo bien que lo hizo mi chico.

Había pasado apenas veinte minutos cuando le vi paseando por la sala, le salude y vino hacia mí,. ‘Uhm’, estaba guapísimo hoy, el siempre fue un chico bastante guapo y muy alternativo, llevaba unos pantalones de tiras, y una camiseta corta celeste, con un gorrito de lana negro. Se le veía el borde de sus boxers negros con ribetes grises. Se sentó a mi lado y estuvimos charlando, contándonos nuevas sobre todo lo que había pasado el fin de semana.

No dejaba de mirar sus labios, aquellos tiernos y jugosos labios, mientras mi mano se sentía inquieta y me tocaba cada cinco minutos el pelo, no estaba muy atenta la conversación , la verdad es que me estaba quedando ensimismada con sus labios, al momento me pregunto algo y salí de aquélla ensoñación.

– ¿Qué?, perdona no te he escuchado. –

– ¡Gemma!, Joder tronca. ¿No me has escuchado nada de lo que te he dicho?, ¿que estarás pensando?, ‘joe’, bueno como te decía….-

El siguió hablando un rato, yo seguía la conversación atónita a lo que decía, mientras mi mirada se fundía entre sus ojos y sus seductores labios; yo llevaba puesta una camiseta corta de tela fina, hacia demasiado calor esos días como para ponerme algo con mas tela, y unos ‘pantaloncitos’ tipo tejanos de color verde con mil bolsillos, no se como, ni por que , pero de repente me sentí excitada, muy excitada por él, y él lo noto, noto levemente como mis pezones se había endurecido a través del sujetador y dejándose marcar levemente por debajo de la camiseta.

Ahora él estaba nervioso, no dejaba de mover el pie, como si tuviese un tic. Me humedecí los labios con mi lengua, suavemente, despacio, sabia que me estaba mirando, aunque hablase sabía que el sentía algo por mí, sabía que quería probarme, deslicé mi lengua por el labio superior y luego por el inferior, y me mordí lentamente el labio inferior, mientras mi mirada se cernía sobre sus ojos, el acercó un poco mas su silla hacia la mía, y mientras yo le enseñe mi nuevo piercing en la oreja, cogiendo su mano, tenia una piel muy suave, como la de un recién nacido, y unas manos cortas y delgadas, acerque sus dedos, sus yemas de sus dedos a mi oreja, para que pudiese tocar y ver bien el piercing, mientras le contaba como había sido mi fin de semana.

Le acaricie suavemente su pelo por detrás de la cabeza sabía que le encantaba y deje pasar mi mano tímidamente por su nuca, de repente, él se aparto un poco, y me dijo .

– ¡Ehm!, si no te conociera bien, creería que me estas tirando los tejos. –

No conteste, me quede callada, volví a morderme el labio, y seguí acariciándole, mientras el ensimismado no podía creer lo que estaba pasando, , el me acaricio lentamente el cuello, la nuca, la espalda, por un momento nos detuvimos, nos dijimos que no podía pasar nada, no podríamos hacer esto a nuestras parejas, pero de repente, todo se esfumo, el me agarro de la cadera, se acerco a un palmo de mi cara, y a mi oído susurro:

– No podemos detener lo que debería haber ocurrido hace tanto tiempo –

Y deslizo sus labios sobre los míos, sus labios cálidos, húmedos, tiernos y jugosos se perdieron un largo rato sobre los míos, yo le agarre por el cuello, por la espalda, mientras mi mano se enredaban entre su pelo por debajo del gorro.

Ambos nos levantamos al unísono de nuestros asientos, el me empujó con delicadeza sobre la pared y allí teniendo me para todo el, empezó a besarme con mas insistencia, dejaba caer pequeeños suspiros sobre mi cuello, y con su lengua se perdía sobre mis lóbulos sobre mi oreja, mientras su mano recorría mi cuerpo de arriba a abajo, mi espalda, mi muslo, mi cadera, mis manos recorrían su espalda, su nuca, sus hombros su pecho, bajaban a la cadera y se perdían en su trasero, lo aferraba contra mi, notando su miembro erecto aun tras sus pantalones, sabia que estaba muy excitado, si lo notaba, estaba muy caliente, con una sola mano por mi espalda consiguió desabrocharme el sujetador, y con la otra mano fue desabrochando uno a uno los botones de mi camisa blanca, ahora estábamos los dos muy excitados, solos en el aula de estudio de la universidad, por las ventanas se veía la torrentera de sol que caía, pero dentro había aire acondicionado, aunque en ese momento daba igual, hacia tanto o mas calor que fuera.

Yo le quite poco a poco la camiseta, y el gorro , mientras rozaba con mi mano por encima del pantalón, su sexo, y le aferraba a mi agarrada a la espalda, el acariciaba suavemente mis senos, poco a poco, los iba haciendo suyos, y mas suyos, acariciaba mis pezones completamente erguidos, duros, calientes, su lengua se deslizaba por mi pecho, lamiendo con suavidad y completa lujuria mis pezones mientras de vez en cuando les daba cariñosos y pequeños mordiscos erizando mas aquellos pezones.

El me agarraba con sus manos del culo, acercándome mas a el, mi mano recorría ágilmente todo su miembro por encima del pantalón, y poco a poco se iba introduciendo por dentro de el, hasta que note sus boxers, empapados por aquel liquido preseminal, le desabroche los botones del pantalón, y teniéndolo frente a mi ,en boxers, me arrodille ante el, acaricie con ambas manos todo su miembro de arriba a bajo por encima de los boxers, y fui bajándolos lentamente, hasta tener su miembro completamente erguido delante de mis ojos, con una mano acariciaba sus testículos y con la otra dejaba pasar mis dedos sobre su glande completamente lubricado, y acariciando desde la base hasta la punta.

El suspiraba entre pequeños jadeos, y me miraba ansioso, sabia que estaba deseándolo, le mire lujuriosamente, y deje que mi lengua rozara suavemente su glande, tras escuchar un pequeño gemido agarre con mi mano derecha su pene, y me lo introduje lentamente en mi boca, estaba caliente, duro, muy duro, tenia un sabor algo especial, indiferente a cualquier otro sabor conocido por mi paladar, poco a poco fui lamiendo su glande, su miembro, de arriba a abajo mientras chupaba con frenesí aquel miembro que tanto anhelaba tener entre mi boca y mi lengua, mi mano ansiaba con fuerza sus testículos, y el jadeaba con mas fuerza, estaba bastante excitado y sus manos agarraron mi cabeza, me levanto, y me sentó sobre la mesa del aula, después de haberme subido la faldita, y haberme quitado mis braguitas negras, me abrió lentamente las piernas y empezó humedecerse los labios con su lengua, abría poco a poco mis labios vaginales, y buscaba con ansia mi clítoris, hasta que encontró la piel que lo recubría y con tierna y apasionada emoción empezó a acariciarlo con pequeños y rítmicos movimientos circulares se arrodillo ante mi, y empezó con su lengua a rozar todo mi sexo, de arriba a abajo, introduciendo levemente la lengua por mi húmedo coñito, estuvo un buen rato acariciando mi clítoris con su lengua, chupando y estirando de el con su boca, y jugueteando con su lengua por el.

Mientras, sus dedos dejaban rozar con sus yemas mi rajita, poco a poco mas húmeda, mas empapada, hasta que lentamente introdujo uno, y luego otro, ahora acompasaba sus lamidos introduciendo ambos dedos en mi conejito, eso me excitó de sobremanera, y me hizo estremecerme durante un buen rato, mi vientre empezó a tener espasmos, y agarre su cabeza con fuerza apretándola contra mi, pidiéndole que no era el momento de parar si no k debía aumentar el ritmo y así lo hizo no para hasta que no pude mas, su lengua y sus deditos me hicieron correrme y gemir tan alto como podía en aquella aula, que ya de por si me daba morbo aquella situación consiguió que me corriese en su boca, y tras sacar sus deditos, relamió todos mis jugos con su lengua sin dejar rastro de aquella presencia de mi cuerpo, acaricio nuevamente mi clítoris, y entre los últimos espasmos y mi calentón introdujo lentamente su lengua sobre mi yo estaba muy muy excita, completamente empapada acababa de correrme en la boca de mi mejor amigo mi confidente sexual, le agarre del cuello y la levante.

Saco un preservativo y con la boca se lo estire sobre su pene, el se acerco a mi, y con ayuda de su mano introdujo suavemente el glande sobre mi coñito me agarro de la cadera y me atrajo hacia el, provocando que su pene se introdujese con mayor facilidad sobre mi, empezamos a hacerlos sobre la mesa el de pie y yo sentada, aquel placer era único, era increíble lo excitados que estábamos me tumbo sobre la mesa, y el se puso encima mió mientras introducía y sacaba su miembro , aumentaba y disminuía el ritmo a compasadamente, y se sentó sobre la mesa, me pidió que me sentara sobre el, y así lo hice uno frente al otro , empecé a cabalgar sobre el, mientras nuestros labios se perdían en besos lascivos y el acariciaba los senos, y mis duros y erectos pezones. Empezaba a sentir mi segundo orgasmo y el estaba a punto de irse, me levanto de el, y se quito el condón, se tumbo sobre la mesa y me coloco mi coñito sobre su cara, de tal manera que hiciéramos un sesenta y nueve, el acariciaba con su lengua mi clítoris y yo con la mano agarraba su pene y me lo introducía como podía en mis boca, besándolo, lamiéndolo, chupando, y succionando todo lo que podía, hasta que mi cuerpo empezó a temblar pare un instante de lamerla, mientras el conseguía que volviese a correrme una vez mas sobre su boca, yo comencé a chupársela desfogadamente, hasta que no pudo mas, y me aviso que iba a correrse, le dije que no parase, y seguí chupando, hasta que note todo su jugo dentro de mi boca, su semen estaba muy caliente, lo notaba en l aboca, se corrió dentro de mi, si, lo hizo, y me gusto, era desagradable, pero no se, tenia algo que me ponía mas cachonda aun, tras correrse, la masturbe un poco con la mano, hasta que empezó a perder la erección nos levantamos y recogimos los apuntes, yo escupí todo aquello en un cleeneex, y no besamos apasionadamente, nos vestimos, y nos marchamo lentamente de la sala.

Al salir, la chica de la puerta tan solo pudo decirnos.

– Espero que hayáis disfrutado. –

Y nos fuimos.


Alfa y Omega (AIZ)


Corregida: 5 de Enero del 2017
Texto: #123
Escrito: #17 (Relato Erótico)

Anna – Henry J. White – 16.5.06

Anna – Henry J. White – 16.5.06

Cuál sutil susurro del viento,
apaciguado canto del oleaje,
que en esta noche oscura,
recuerdo tibiamente
mirando al estrellado cielo,
entre el brillar de la luna, aquellos besos,
aquellos «te quiero».

Suave como la brisa de la primavera,
Dulce y tierno mes de mayo,
que abrigaste el amor y la felicidad de mi cuerpo.

Cuida mi querido viento, de ella.
Pues regresare a darle sus abrazos,
sus caricias, y sus besos.

Déjame susurrarla al oído,
cuanto la quiero, cuanto la estimo,
déjame cuan ruiseñor, cantar libre al tiempo,
cuanto la añoro, cuanto la deseo.

Protegela de la maldad,
haz que su tristeza cambie por una sonrisa,
que de oreja a oreja,
haga sentirse por mi, querida.

Oh mi niña, oh mi chica,
cuan ganas tengo de verte,
apenas ha pasado medio día.

A ti mí dulce niña.
A ti mí tierna chica.

Llévame muy dentro de ti,
no olvides cada aroma,
cada sabor que deje sobre ti.

Déjame acariciarte,
recuerda aquellos besos,
siéntete feliz,
hoy lo he decidido,
volveré a por ti.

A ti mi niña preciosa,
a ti mi chica hermosa,
quiero que sepas
lo mucho que te amo.

Sueño por dormir a tu lado,
quiero notar de nuevo
aquel fundido calor,
al abrazarme y acariciarme,
cuan escalofrió de amor,
recorría suave mi tersa piel.

¡Oh, Anna, oh!
Cuanto te añoro,
cuanto te quiero,
cuanto te amo!
¡Oh Anna, oh!

Quiero que sepas
que de tu corazón,
tu cuerpo y tu mente,
felizmente estoy,
enamorado.


//Para Anna C.M.\
Alfa y Omega (AIZ)


Corregida: 5 de Enero del 2017
Texto: #122
Poesía: #70

Natalia – Henry J. White – 3.5.06

Natalia – Henry J. White – 3.5.06

A mi vida, luz blanca y ciega
que arde en mi interior,
deseosa de tus caricias,
temerosa de tus enfados.

A mi vida que solo ella,
fue capaz de hacerme
sentir persona,
que hizo de mi cuerpo
escultura, esculpida entre versos.

Por los miedos de mi alma,
que entre besos ella calma,
y entre sus palabras,
desvanecen mis temores
entre lágrimas.

Lágrimas, de pena y de dolor,
se convierten en preciosas melodías,
de arrumacos de cariño,
y de esbelto amor.

A mi vida que eres tú,
y sin ti Natalia
mi amor sería muerte,
y muerte, mi desesperación,
al no hallar en mi corazón
la salvación de tu amor.


//Para Natalia P.M.\


Corregida: 5 de Enero del 2017
Texto: #120
Poesía: #68

17 de Septiembre – Henry J. White – 3.5.06

17 de Septiembre – Henry J. White – 3.5.06

Pasan los años, meses, días
veo pasar lentamente una vida.
Mi vida, que hace mucho no existía.

Fue hace mucho tiempo,
ciento noventa y seis te quieros,
cuando de mi oscuridad aquella vida resurgió.

Aquello que en mi creí perdido,
aquella confianza, aquella esperanza,
esa deseosa fe y ese olvidado amor,
que un día en mi vida se marcho, se olvidó.

Fue esta y no otra mujer,
fue ella quien a mi me devolvió,
aquella joya que yo mas añoraba,
y decidí abandonarla.

Aquello que tanto renuncie, y rechace,
día a día, mes a mes.
Aquello que me hizo romperme, y deshacerme
en un mar salado, y en el tenebroso mundo
de desesperación y dolor.

Fue aquello que convirtió al hombre en monstruo,
y que me hizo resignarme a odiar el amor.

Que grandioso fue aquel día que la conocí,
aquel día que por fin me decidí,
a luchar por una vez en mi vida,
por lo que jamas renunciar debí.

Aquel diecisiete de septiembre,
en que sus labios se adelantaron
para ceñirse junto a mi,
declarar aquel amor incondicional,
que jamas yo pude recibir.

No tarde en hacerme valer,
y regrese a aquel ser, que un día fui,
su mano pedí pronto,
tras por fin descubrir aquel mundo interior,
que había olvidado entre lamentos,
que había desechado entre sufrimientos.

Aquella mujer, rebelde, orgullosa y preciosa
me había enamorado con sútiles palabras,
caricias y besos en el interior de mi corazón.

Natalia es la mujer de mi vida,
la única por la que jamas he luchado tanto
como cada día demuestro,
con besos, caricias y te quieros.

Aun tras mis errores que en el pasado cometí,
me hacen sentir su vida mas afianzada a mi,
y hacerme valer en un mundo, donde el amor,
aquel amor del romanticismo ha sido olvidado
por la sociedad, que ya no cree ni espera
retomar la fe y esperanza de ese amor
de su vida pasada.


Para Natalia P.M.


Corregida: 5 de Enero del 2017
Texto: #121
Poesía: #69

Chernobyl – 26.4.06 – Henry J. White

Chernobyl – 26.4.06 – Henry J. White

Confusión, miedo angustia y terror.
Pánico, dolor, muerte y desolación.
Tragedia, catástrofe, error humano.

Por cada persona,
cien lágrimas.

Cien millones de lágrimas,
cada veintiséis de abril.
Ya han pasado veinte años,
pero todos recordamos,
aquel trágico dolor.

Por cada héroe que lucho,
por cada uno de ellos,
que sabiendo que moriría,
o invalido de por vida quedaría.

Por todos los que ayudaron sin medios,
con miedo, angustia y terror.

Por cada uno que sufrió,
por cada uno que sufre,
al recordar aun familiar que murió.

Por todos y cada uno de esos niños que no sobrevivió,
por las ilusiones y deseos desechos por aquel terror.
Por todo aquel dolor.

Por un cuadro inexpresivo ante aquella realidad,
por una poesía sin palabras que te hizo llorar,
por aquella canción sin terminar.
por el dolor que el mismo Dios sintió.

Escribo esta poesía en recuerdo
y con todo mi amor,
a toda aquella gente de Chernobyl,
que siente aquel dolor.


Dedicada al Pueblo de Chernobyl, y todas las personas que pasaron aquel horror. A quienes ayudaron y murieron, a quienes ayudaron y sufrieron, a queiens ayudaron y sobrevivieron, a quien no ayudo, pero lo vivió.


Corregida: 5 de Enero del 2017
Texto: #119
Poesía: #67

El Sueño – Henry J. White – 26.4.06

El Sueño – Henry J. White – 26.4.06

Hoy e visto el sol,
cuando miraba tras la ventana,
luego recorrí la habitación con la mirada,
y te encontraba.

Allí estabas tumbada,
durmiendo plácidamente,
sobre tu piel reflejaba el brillo del sol,
que lindo era ese despertar.

Saber que junto a mi
dormía aquella preciosa dama,
dejaba mi mano caer lentamente sobre tu mejilla,
apartando delicadamente el pelo que tus ojos cubría.

¡Oh si, ese día era maravilloso!,
¡Oh si, saber que el amor fluía!

Quisiera mantenerlo en mi recuerdo,
pero ahora se que no es necesario,
por que al final conseguí,
tenerte en cada despertar a mi lado.


//para ti Anna C.M., para ti, por que el sueño se cumplirá, y yo estaré allí junto a ti.\
Alfa y Omega (AIZ)


Corregida: 5 de Enero del 2017
Texto: #117
Poesía: #65

El Somni – Henry J. White – 26.4.06

El Somni – Henry J. White – 26.4.06

Avui he vist el sol,
quan mirava a través de la finestra,
després vaig recórrer l’habitació amb la mirada,
i et trobava, allí estaves tombada,
dormint plàcidament.

Sobre la teva pell reflectia la lluentor del sol,
que preciós era aquest despertar,
saber que al costat de mi
dormia aquella preciosa dama,
deixava la meva mà caure lentament sobre la teva galta,
apartant delicadament el pèl que cobria els teus ulls,

¡Oh si, aquest dia era meravellós!,
¡Oh si, saber que l’amor fluïa!

Volgués mantenir-lo en el meu record,
però ara es que no és necessari,
per que al final vaig aconseguir,
tenir-te en cada despertar al meu costat.


//Per tu Anna C.M., per tu, per que el somni es farà realitat, i jo estaré allí al costat de tu.\
Alfa i Omega (Aiz)


Corregida: 5 de Enero del 2017
Texto: #118 (Bis #117)
Poesía: #66 (Bis #65)

Orquidea de Esperanza – Henry J. White – 20.4.06

Orquidea de Esperanza – Henry J. White – 20.4.06

… Tan solo quisiera saber quien soy yo …
… Tan solo querría entender por que hago lo que hago …
… Tan solo me gustaría ser buena persona …
… Tan solo quiero reír, y jugar, y hablar, y volver a sentir …

… Tan solo …

… Tan solo quiero luchar y no volver a huir …
… Tan solo necesito encontrarme …
… Tan solo busco el perdón a mi error …
… Tan solo quisiera oír su voz, y entrelazar su mirada, y tocar su mano al pasar a su lado …

… Tan solo …

… Por eso abandonaré el lamento …
… Por eso dejaré el sufrimiento …
… Por eso quiero acariciar su pelo …
… Por eso atravesaré el momento …

… Por eso la quiero …

… Por eso deseo este sueño …
… Por eso haré de su hielo, mar …
… Por eso el viento me acompañara …
… Por eso el fuego resurgira …

… Por eso la quiero …

… Aunque tropiece en el camino …
… Aunque el día sea gris …
… Aunque la luna y las estrellas no me guíen …
… Aunque tenga miedo …

… Tan solo por eso la quiero …

… Aunque las lágrimas manchen mi cara …
… Aunque el viento deje de soplar …
… Aunque el propio mar se seque …
… Aunque no me queden fuerzas …

… Tan solo por eso no dejare de luchar …

… Por eso volveré junto a ella …
… Por eso mi verdad queda en estos versos …
… Por eso la enviare mil sonrisas y cien besos …
… Por eso sueño y deseo que volveré …

… Por eso no dejare de luchar …

… Tan solo, por eso la quiero …

… Tan solo por recordar, aquella orquídea de esperanza …


Para Anna C.M.
Alfa y Omega (AIZ)


Corregida: 5 de Enero del 2017
Texto: #116
Poesía: #64

Perdoname – Henry J. White – 17.04.06

Perdoname – Henry J. White – 17.04.06

Solo puedo callar, pues no hay perdón
que puedas entender, ni perdón que pueda expresar.

Solo puedo mirar, y leer aquello que escribes con tu dolor,
aquel dolor que solo yo te cause, aquel dolor que cree.

Siento el sentir, siento el querer,
siento ser el que fui,
el que te hizo reír, el que te hizo caer,

Siento haber abierto aquella veda,
en que cada gota del cielo,
eran cien lágrimas de tu belleza,
por mis palabras, por mis caricias,
por las alas que de ti arranque.

Solo puedo sentir crueldad en mis actos,
aquéllos actos que necia te hicierón sentir.

Solo puedo decir, que no volveré a soñar
lo que no puedo cuidar.

Siento el sentir, siento el querer,
siento ser el que fui,
aquel chico que con necias palabras prometí,
aquel chico que con sueños y palabras te hirió.

Sueños de amores, palabras quebrantadas,
tu anhelo desecho, por ser el que fui.

Siento ser yo el que te ayudase a abrirte,
y sin motivo aparente te obligase a cerrarte.

Solo puedo querer, que entiendas lo incomprendible
y no me odies.

Solo puedo expresarme, entre versos y recuerdos,
de lo que pudo ser, y no quise que fuese.

Solo puedo pedirte, que me olvides,
si mi recuerdo, aun hace brotar de tus ojos,
las gotas del cielo, o tu mar.


Para Anna C.M.
Agur, espero que lo leas. Molt petonets.
Alfa y Omega (AIZ)


Corregida: 5 de Enero del 2017
Texto: #115
Poesía: #63

Viento – Henry J. White – 15.4.2006

Viento – Henry J. White – 15.4.2006

Sé el sentir, y lo que no quise sentir.
Sé que no deje de sentir lo que sentí
y aun así sé, que no debería sentir
lo que en realidad quise, y huí sentir.

Siento el dolor que cause,
el dolor que te hice revivir.
Sé que el dolor te aparto de mí
y también se que al huir me herí.

Sé que no pude hacerte feliz,
que tu deseo se volvió gris.
Sé que el viento paro en seco,
y del seco de tus ojos, broto el mar.

Siento miedo al volverte hablar,
miedo y temor por aquellas promesas.
Pero aun así me siento feliz,
por volverte hallar,
y poder escribir.

Puede que lo que sentí,
y no deje de sentir,
vuelva a resurgir,
y el miedo me inunda
por no podértelo decir.

Mirando esta poesía,
pienso en volverte a ver sonreír,
pero temo que en vez de ello,
vuelvas a sufrir.

Yo me expreso a través del verso,
del verso y un beso, que no pude concluir.
Pero entiendo que tu no quieras sentir,
que una vez, tú y yo…
no dejamos de reír.


Para Anna CM
Alfa y Omega (AIZ)


Corregida: 5 de Enero del 2017
Texto: #114
Poesía: #62

Quiero, Quiero – Henry J. White – 8.3.06

Quiero, Quiero – Henry J. White – 8.3.06

Quisiera abrazar tus labios,
deslizar mi mano por tu pelo.
Encontrar tu mirada entre mi verso.
Acariciar tu dulce cuello.

Quiero, quiero.

Perderme entre suspiros y jadeos.
Sentir tus ojos fuego,
agarrar tu cintura,
entrelazar nuestros cuerpos.

Quiero, quiero.

Soplar sobre tu nuca,
oír sosegado tu cuerpo,
morder tu cuello.
Estar a tu lado,
perder de vista al tiempo

Quiero, quiero.

Mirarte a los ojos,
y poder decir
Te Quiero.


Para Anna CM
Alfa y Omega (Aiz)


Corregida: 5 de Enero del 2017
Texto: #113
Poesía: #61