Luz – Henry J. White – 13.11.2009
Dos velas encendidas,
ondulan tu melena,
lo deleito a escondidas,
como el perfume que
de tu cuello inspira.
Dos ‘ojitos chiquititos’
que al brillar entablan
con mi sonrisa, eterna amistad.
Una dulce niña
que entre sueños me acompaña,
y de la mano me cuida y guía.
Coqueteos,
entre caricias,
y versos.
Sigo el camino de sus besos,
que me llevan hasta mi reflejo.
Me paro, miro y observo
la belleza de ese hermoso momento.
Aquella preciosa alma,
que entre palabras y miradas
confunde mis pensamientos,
y detengo el tiempo,
en que leo
entre sus ojos y sus labios,
un profundo y eterno te quiero.
Corregida el 16 de Enero del 2017
Texto: #226
Poesía: #142