«Sin Titulo Previo» Capitulo Primero

«Sin Titulo Previo» Capitulo Primero

 

 

Una luna llena casi rojiza iluminaba con fuerza la noche estrellada sobre el antiguo barrio de Mont Matre; ella como cada día, paseaba por la plaza, y se sentaba en el poyete de la fuente central. Cada tarde a la misma hora, ella hacia el mismo recorrido, mientras mi curiosidad invadía aquella jovencita alma, desde el ventanal de la habitación del motel.Sentado, en la mesa, mi tintero, la pluma, y un par de versos en mi cuaderno sollozaban la soledad de aquellos tiempos que se perdían en el corto vaso de absenta.

El crujido de la puerta de la habitación, me distrajo de mi ensoñación, era Jean, preguntando si iría esta noche a la Rosa Negra, por supuesto le conteste, al regresar la mirada, ya se había marchado aquella dama.

….

¿Por qué?, ¿No merezco ser feliz?, ¿alguna vez encontrare ese amor que provoque en mi pecho la alegría de vivir?. Esa noche las estrellas eran el manto nocturno sobre la plaza, mis pensamientos volaban rápidamente, como una estrella fugaz en el firmamento. No entendía por que siempre me adentraba en las vidas de aquellos miserables jóvenes, tan solo pretendían aprovecharse de mí, o escapar de su propia realidad, sin ofrecer una pizca de amor. Solo buscaba un alma errante que me quisiese tal y como era, que me amara…que me amara como la Luna ama a sus hijas, las estrellas. A veces pensaba que ese sentimiento no existía, el amor; solo somos almas vagando de un lado a otro, viviendo para morir.

Decidí sentarme junto a la fuente, para relajarme, el agua siempre me transmitía una serenidad especial, allí estaba yo, sola, triste, pensativa, mirando al cielo. Distraída eternamente en sueños de amor y deseo. No tenía el cuerpo para ir de baile, pero, hoy era un día especial para Marié, debía estar junto a ella, dijo que nos llevaría a un sitio especial.

Un destello en lo alto del motel llevo mi mirada hacia allí, un halo misterioso, entre ternura y seducción, dejaba entrever el perfil de un muchacho, un inesperado escalofrió recorrió desde mis pies hasta mi nuca. Al tiempo que una brisa soplaba fría en la plaza, una simple coincidencia pensé para mí misma, se me había erizado el pelo.

 

Era más tarde de lo normal, me levante rápidamente y me marche a casa, debía estar preparada para la llegada de Marié, gire la cabeza apenas cuando salía de la plaza. Unos ojos azabache con un curioso brillo, recorrían velozmente la fuente. Aquel joven, tenía algo, algo diferente le movía, pero no podía detenerme, así que suspire y me fui….


Corregida el 16 de Enero del 2017
Texto: #235
Escrito: #32

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